domingo, 23 de febrero de 2025

Rosalía de Castro

 

Las campanas

Yo las amo, yo las oigo,

cual oigo el rumor del viento,

el murmurar de la fuente

o el balido de cordero.


Como los pájaros, ellas,

tan pronto asoma en los cielos

el primer rayo del alba,

le saludan con sus ecos.


Y en sus notas, que van prolongándose

por los llanos y los cerros,

hay algo de candoroso,

de apacible y de halagüeño.


Si por siempre enmudecieran,

¡qué tristeza en el aire y el cielo!

¡Qué silencio en la iglesia!

¡Qué extrañeza entre los muertos!

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